¿A qué nos referimos cuando hablamos de Inteligencia Emocinal?

Numerosos autores coinciden en que existen tres tipos de inteligencia (aunque se han definido hasta 7):

1. Inteligencia Biológica: Es aquella que viene determinada genéticamente.
2. Inteligencia Social-Emocional: Hace referencia a las habilidades de la persona para que en la vida se desenvuelva bien. Se basa en las relaciones con el medio y con los demás.
3. Inteligencia Académica o Psicométrica: Es aquella que puede ser evaluada con test de inteligencia, determinando si una persona es eficaz en el sistema educativo y académico.

El concepto de Inteligencia Emocional (IE) viene siendo utilizado desde hace años, pero fue el Dr. David Goleman quien le introdujo de manera novedosa escribiendo un bestseller sobre el tema. 

Link para descargar libro completo: 

http://webs.uvigo.es/pmayobre/master/textos/evangelina_garcia/inteligencia_emocional.pdf

Goleman, señala que existen dos tipos de mentes, la que piensa y la que siente. La que piensa es la racional y la que siente es la emocional.

“La persona que sabe manejar las emociones propias y ajenas es capaz de conseguir sus objetivos y metas” D. Goleman.

La Inteligencia Emocional puede definirse entonces: como un conjunto de destrezas, capacidades y competencias no cognoscitivas que influyen en la habilidad de una persona para conseguir el éxito enfrentando exigencias y presiones.

A continuación, quiero compartir con ustedes un curioso experimento con niños, se trata de: The Marshmallow Test. 

En él, se les pide a niños/as que aguanten dos minutos delante de una golosina sin comérsela. Si lo hacen recibirán además de esa, otra más. Este experimento ayuda a evaluar la capacidad que tenemos para posponer la gratificación inmediata, la capacidad de pensar en el futuro en vez de en el aquí y el ahora. Nos ayuda a pensar a los adultos sobre las diferencias entre la Inteligencia Racional, la que planifica y gestiona, y la Inteligencia Emocional, entendiendo ésta como escuchar nuestros deseos y emociones, más o menos inmediatos. El truco está en hacer una buena gestión entre ambos. 

Lo interesante de este experimento es ver a los niños "debatiéndose" entre obligación- deseo- premio y recompensa.

¿Tú siendo niño, qué hubieses hecho?

FUENTE: Curso "Habilidades y Competencias a través del Coaching Personal" (En Miríada X)