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¿Cómo algunos estudiantes superan su entorno socioeconómico de origen?

Entre los países de la OCDE, el 31% de los estudiantes de entornos poco favorables son “resilientes”, lo cual significa que están entre los que, internacionalmente, tienen mejor desempeño de todos los estudiantes de entorno sociocultural similar.
  • Una diferencia clave entre los alumnos de entornos poco favorables que son resilientes y los que no lo son es que los alumnos resilientes asisten más y regularmente a clases en el centro de enseñanza.
  • Los resultados del estudio PISA muestran que, cuanta más auto confianza y motivación tengan los alumnos, mayores serán sus probabilidades de ser resilientes.

Un ciclo de desventaja no es inevitable.

¿Están los alumnos que se encuentran en situaciones socioeconómicas desfavorables condenados a perpetuar un ciclo intergeneracional de malos resultados académicos, malas perspectivas de trabajo y pobreza? No, si asisten a centros educativos que impartan más clases en forma regular.

Los alumnos resilientes en los estudios PISA de 2006 y 2009 consiguieron buenos logros académicos a pesar de que provenían de entornos desfavorables. Superaron los pronósticos en su contra para desempeñarse mejor que sus pares del mismo entorno sociocultural y situarse en el cuartil superior, internacionalmente.

En PISA 2009, casi una tercera parte de los estudiantes de entornos desfavorables de los países de la OCDE fueron identificados como “resilientes”. De hecho, la mayoría de los estudiantes que están en circunstancias socioeconómicas y culturales poco ventajosas en Corea y en las economías asociadas de Hong Kong-China, Macao-China y Shangai-China fueron identificados como resilientes. Más del 35% de los estudiantes de entornos desfavorables en Canadá, Finlandia, Japón, Nueva Zelanda, Polonia, Portugal, España y los países asociados Liechtenstein y Singapur, y la economía asociada China-Taipei, son también resilientes.


Los ingredientes de la resiliencia: El tiempo en clase...

Los resultados de PISA 2006, que se ha centrado en el desempeño de los estudiantes en Ciencias, mostraron que una gran proporción de alumnos en condiciones desfavorables no logran siquiera alcanzar el umbral básico de competencia de PISA en esa área. Estos estudiantes arriesgan completar sus estudios sin haber adquirido las habilidades y competencias necesarias para participar plenamente en la sociedad y continuar aprendiendo a lo largo de sus vidas. 


Entonces, ¿qué ayuda a algunos alumnos a superar sus condiciones sociales de origen y alcanzar puntuaciones elevadas? 

Un factor asociado a la resiliencia es estar más tiempo en clase. El análisis de los resultados PISA 2006 muestra que muchos alumnos de entornos desfavorables dedican menos tiempo a estudiar Ciencias en los centros educativos que sus pares de entornos más favorables. Mientras que los alumnos de entornos relativamente favorables asisten más de tres horas por semana a clases de Ciencias, los alumnos de entornos poco favorables asisten, aproximadamente, dos horas y media de clase por semana. 

Entre los alumnos de entornos poco favorables, el tiempo de aprendizaje en el centro educativo es uno de los predictores más potentes de cuáles estudiantes van a desempeñarse mejor que sus pares. En prácticamente todos los países de la OCDE, y en todos los países y economías asociados, el alumno resiliente promedio dedica más tiempo a estudiar Ciencias en el centro educativo (en promedio entre una y dos horas más por semana) que el alumno promedio de entornos poco favorables que logra bajos resultados. Por ejemplo, en Francia, Alemania y Holanda los alumnos resilientes dedican por lo menos una hora y 45 minutos más a clases de Ciencias por semana que los alumnos de entornos desfavorables que logran bajos resultados.

Los países tienen diferentes formas de asegurar que los alumnos de entornos poco favorables tengan suficiente tiempo de clase, entre las que se incluye el hacer que las clases sean obligatorias. En Estados Unidos, por ejemplo, la asistencia general obligatoria a clases de Ciencias está asociada a una mejora relativamente modesta en el desempeño del alumno – alrededor de 15 puntos en la escala de Ciencias de PISA. Pero entre los alumnos de entornos poco favorables, esa ventaja se triplica hasta más de 40 puntos, el equivalente a un curso escolar completo. En Australia, la probabilidad de que un alumno de un entorno poco favorable que asiste a un curso obligatorio de Ciencias sea resiliente es cuatro veces superior a la de un estudiante de un entorno poco favorable que no asiste a clases obligatorias de Ciencias, incluso después de tener en cuenta los entornos socioculturales de los alumnos. Es posible que haya otro factor asociado a la resiliencia: la confianza que tienen los alumnos en sus propias habilidades académicas. 

Los resultados de la evaluación PISA muestran que, cuanta más confianza en sí mismos tengan los alumnos, mayor será su posibilidad de ser resilientes. Los resultados de PISA 2006 revelaron que más del 50% de los alumnos resilientes en los países de la OCDE opinaron que el aprendizaje de temas avanzados de ciencias sería fácil para ellos, mientras que pensaba así aproximadamente solo un 40% de los alumnos de entornos poco favorables y con bajo desempeño. Aproximadamente el 75% de los estudiantes resilientes creía que puede contestar correctamente a preguntas de examen sobre temas de Ciencias, mientras que aproximadamente solo un 50% de los alumnos de entornos poco favorables con mal rendimiento compartía esta creencia. La motivación, en particular la motivación que surge de un impulso personal e interno, en lugar de la motivación que surge de un estímulo externo (como la perspectiva de cierto trabajo o de un salario) está también asociada con la característica de ser resilientes de los alumnos en muchos países, aunque esta relación es más débil. Todos estos resultados sugieren que los centros pueden tener un papel importante a la hora de fomentar la resiliencia. Podrían comenzar proporcionando más oportunidades para que los alumnos de entornos poco favorables aprendan en clase desarrollando actividades, prácticas de aula y métodos de enseñanza que alienten el aprendizaje y fomenten la motivación y la confianza en sí mismos de estos alumnos. 

Los programas de tutoría de alta calidad, por ejemplo, han demostrado ser especialmente beneficiosos. Centrar estas actividades en los alumnos con condiciones menos favorables es crucial, ya que son ellos los que tienen menos posibilidad de recibir este apoyo en otro lugar. Y aunque aumentar el tiempo que pasan en los centros educativos no mejorará, por sí mismo, el rendimiento general, los resultados del estudio PISA sugieren que es necesario considerar el tiempo de aprendizaje en el centro educativo al diseñar medidas destinadas a mejorar el rendimiento entre los alumnos de entornos poco favorables. Muchos de estos estudiantes podrían estar en itinerarios educativos o instituciones donde haya muy pocas opciones y ninguna oportunidad de seguir cursos de Ciencias o de otras disciplinas académicas. Los alumnos pueden triunfar cuando se les da la oportunidad, y no pueden ganar si no se les da la posibilidad de participar en el juego. 

En resumen: Los alumnos que se encuentran de entornos poco favorables pueden desafiar y a menudo desafían las posibilidades que van contra ellos, cuando se les da la oportunidad de hacerlo. Entre ellas está ofrecer a estos estudiantes igualdad de oportunidades para aprender, y el fomento de la confianza en sí mismos y de la motivación para que puedan lograr el máximo de su potencial.


FUENTE: http://www.oecd.org/pisa










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